Rusty James ya es un hombre.
El tiempo ha pasado y ha logrado ocultar todos los recuerdos de la mala vida de su pasado. Las peleas, los robos, la drogas, los navajazos y el alcohol quedan ya muy lejos, por mucho que las cicatrices se hayan quedado ahí.
Sin embargo, un encontronazo con un viejo amigo hace que Rusty James recuerde todo aquello y que la seguridad de su nueva vida se tambalee.
Por que todos sus recuerdos, al fin y al cabo, son pesadillas.
Por que todos sus recuerdos, al fin y al cabo, son pesadillas.
VALORACIÓN PERSONAL.
Es la primera novela que leo de Susan E. Hinton, y sin duda, me ha impresionado muchísimo.
Esta escritora estadounidense, a parte de La ley de la calle, también escribió Rebeldes allá por el 1976. Una novela que obtuvo muchísimo éxito y un público muy extenso.
No he leído Rebeldes, pero me atrevería a hacerlo teniendo en cuenta la calidad de La ley de la calle.
Rusty James es el protagonista de esta historia. Vive en un barrio muy conflictivo, dónde en un pasado no muy lejano, divertirse consistía en salir en pandillas buscando pelea. No mataban para hacer la calle suya, sino por el mero hecho de divertirse.
Luego, las drogas lo destrozaron todo y los grupos se disolvieron.
A pesar de que todo haya desaparecido, todos los chavales del barrio siguen teniendo ese carácter conflictivo, y desean tener algún motivo para pegar a alguien.
Así empieza esta novela, con una pelea en la que las normas no están impuestas. Da lo mismo utilizar una navaja o una cadena de bici. El objetivo es destrozar a tu contrincante.
El Chico de la Moto también es un personaje muy trascendental en la obra. Adquiere un protagonismo en la calle que todo joven busca, y que sin embargo, nadie es capaz de conseguir. Rusty y él tienen una relación especial, y puede que lo que más me haya gustado sobre este personaje, es que en ningún momento se desvela su nombre. Todo queda en esa intriga que acaba seduciendo.
La obra está contada por el propio Rusty James en primera persona. Así descubrimos su lenguaje tosco y grosero aunque el diálogo no tome mucho partido en el libro. Las expresiones y los tacos que utiliza le dan un toque salvaje y agresivo que se me ha hecho irresistible.
Rusty, en 131 páginas, nos muestra la situación de su adolescencia y parte de su infancia. Nos describe los sentimientos que se obliga a ocultar y descubre sensaciones que nunca antes había sentido en el lado izquierdo del pecho. Incluso llorar para él es algo poco común. No recuerda la última vez que lo hizo y el sentir las lágrimas empapándole las mejillas le producen un dolor de la hostia.
Así lo describe.
La obra en su conjunto es una exquisitez. Es de una lectura ligera y fácil, pero eso no quiere decir que sea una novela simple.
Describe todo a la perfección, pero sin caer en el estilo realista, y los sentimientos también toman mucho partido, aunque se encuentren bajo toda la maraña de insultos que todos los personajes utilizan.
A mi me ha encantado.
Por si también os interesa el cine, en 1983 hicieron una película basada en el libro, con el título de Rumble Fish, con Francis Ford Coppola como director y bajo el protagonismo de Matt Dillon, interpretando a Rusty James.
Os dejo el trailer en inglés.
Es la primera novela que leo de Susan E. Hinton, y sin duda, me ha impresionado muchísimo.
Esta escritora estadounidense, a parte de La ley de la calle, también escribió Rebeldes allá por el 1976. Una novela que obtuvo muchísimo éxito y un público muy extenso.
No he leído Rebeldes, pero me atrevería a hacerlo teniendo en cuenta la calidad de La ley de la calle.
Rusty James es el protagonista de esta historia. Vive en un barrio muy conflictivo, dónde en un pasado no muy lejano, divertirse consistía en salir en pandillas buscando pelea. No mataban para hacer la calle suya, sino por el mero hecho de divertirse.
Luego, las drogas lo destrozaron todo y los grupos se disolvieron.
A pesar de que todo haya desaparecido, todos los chavales del barrio siguen teniendo ese carácter conflictivo, y desean tener algún motivo para pegar a alguien.
Así empieza esta novela, con una pelea en la que las normas no están impuestas. Da lo mismo utilizar una navaja o una cadena de bici. El objetivo es destrozar a tu contrincante.
El Chico de la Moto también es un personaje muy trascendental en la obra. Adquiere un protagonismo en la calle que todo joven busca, y que sin embargo, nadie es capaz de conseguir. Rusty y él tienen una relación especial, y puede que lo que más me haya gustado sobre este personaje, es que en ningún momento se desvela su nombre. Todo queda en esa intriga que acaba seduciendo.
La obra está contada por el propio Rusty James en primera persona. Así descubrimos su lenguaje tosco y grosero aunque el diálogo no tome mucho partido en el libro. Las expresiones y los tacos que utiliza le dan un toque salvaje y agresivo que se me ha hecho irresistible.
Rusty, en 131 páginas, nos muestra la situación de su adolescencia y parte de su infancia. Nos describe los sentimientos que se obliga a ocultar y descubre sensaciones que nunca antes había sentido en el lado izquierdo del pecho. Incluso llorar para él es algo poco común. No recuerda la última vez que lo hizo y el sentir las lágrimas empapándole las mejillas le producen un dolor de la hostia.
Así lo describe.
La obra en su conjunto es una exquisitez. Es de una lectura ligera y fácil, pero eso no quiere decir que sea una novela simple.
Describe todo a la perfección, pero sin caer en el estilo realista, y los sentimientos también toman mucho partido, aunque se encuentren bajo toda la maraña de insultos que todos los personajes utilizan.
A mi me ha encantado.
Por si también os interesa el cine, en 1983 hicieron una película basada en el libro, con el título de Rumble Fish, con Francis Ford Coppola como director y bajo el protagonismo de Matt Dillon, interpretando a Rusty James.
Os dejo el trailer en inglés.
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