Su cadáver ha sido encontrado en el Museo del Louvre en extrañas circunstancias. Él era el único portador que quedaba con vida de uno de los secretos más famosos de la historia. Con la intención de que no se pierda en el silencio, Jacques Saunière ha ido dejando pistas para que Robert Langdon y su nieta, Sophie Neveu, lo descubran. Pero la Opus Dei, una organización cristiana, no está dispuesta a permitirlo. Junto a la Interpol, intentarán que el gran secreto no sea desvelado al resto del mundo, y harán cualquier cosa para impedirlo. Cueste lo que cueste.
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